El 22 de noviembre de 1995, Pixar Animation Studio cambió para siempre la historia de la animación y el cine. Ese día, el estudio estadounidense, entonces presidido por Steve Jobs, estrenó su primer largometraje, ‘Toy Story’. La historia de Woody, Buzz Lightyear y sus amigos se convirtió en la primera película completamente animada por ordenador y abrió un nuevo mundo cinematográfico. Desde entonces, el arte de la animación ha avanzado a pasos agigantados, pero la animación 3D sigue siendo la técnica más utilizada. Una técnica que ha ampliado las oportunidades laborales en el mundo de la animación, ya que no hace falta tener un nivel alto de dibujo para ser animador 3D.
Convertirse en un animador 3D profesional, como ocurre con cualquier otra profesión, es algo que requiere esfuerzo y sacrificio, pero merece la pena. En España, la oferta de formación en el ámbito de la animación se sustenta principalmente en la Formación Profesional, a través de ciclos superiores de formación. Un Ciclo Formativo de Grado Superior en Animación 3D proporciona las habilidades y conocimientos necesarios para desarrollar productos de animación 3D y 2D en el sector de los videojuegos, cine, publicidad, ingeniería o realidad virtual. A continuación, te damos tres razones para estudiar una FP y convertirte en animador 3D.
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El mundo de la animación 3D es apasionante
¿Quién no querría dar rienda suelta a su imaginación y crear personajes y escenarios animados? Una de las principales razones para ser animador 3D es que el mundo de la animación es apasionante. Los animadores 3D tienen la oportunidad de trabajar en un campo creativo y en continuo cambio, donde pueden crear personajes y mundos animados con las herramientas más innovadoras. No cabe duda de que la industria de la animación es un lugar emocionante para trabajar.
La industria de la animación está plena expansión
La animación ha crecido de forma exponencial a lo largo de los últimos años. En 2018, la industria de la animación en España generó el 20% de los puestos de trabajo del sector audiovisual y el 9% de la facturación total de ese sector, con unos ingresos totale de 900 millones de euros, según la última edición del ‘Libro Blanco de la industria española de la Animación y de los Efectos Visuales’ de DIBOOS (Federación Española de Asociaciones de Productoras de Animación y Efectos Visuales). Además, el informe sitúa a nuestro país como quinto productor mundial y segundo europeo en largometrajes de animación. A nivel mundial, se prevé que esta industria registre un valor de mercado de aproximadamente 500 millones de euros para 2030, según Statista.
La animación 3D es una profesión con múltiples salidas laborales
A medida que ha aumentado la popularidad de la animación 3D, también ha aumentado la demanda de profesionales que cuenten con las habilidades y conocimientos necesarios para dar vida a objetos inanimados a través del movimiento. De hecho, los animadores 3D son uno de los perfiles profesionales más demandados por diferentes sectores, ya no solo en el audiovisual, sino también en el de los videojuegos, la publicidad e incluso en la medicina. Una vez finalizada la formación del Ciclo Formativo de Grado Superior en Animación 3D, los animadores 3D pueden trabajar desempeñarse como animador 3D y 2D, técnico en sistemas y realización en multimedia, técnico de efectos especiales 3D, editor de contenidos audiovisuales multimedia interactivos y no interactivos, intercalador, modelador 3D o grafista digital, integrador multimedia audiovisual o desarrollador de aplicaciones y productos audiovisuales multimedia.