La infiltrada es una película española dirigida por Arantxa Echevarría, estrenada en octubre de 2024. Este filme, basado en hechos reales, narra la historia de una agente de la Policía Nacional que se infiltra en la organización terrorista ETA durante los años 90. A continuación, se detallan los actores y actrices que conforman el elenco principal de esta producción.
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Carolina Yuste como Aranzazu Berradre
Carolina Yuste interpreta a Aranzazu Berradre, la protagonista de la historia. Aranzazu es el alias utilizado por la agente infiltrada en ETA, cuya valentía y determinación son fundamentales para el desarrollo de la trama. Yuste, nacida en Badajoz en 1991, ha participado en diversas producciones cinematográficas y teatrales. Su interpretación en La infiltrada le valió el premio Goya a la mejor actriz protagonista en 2025.
Luis Tosar como Ángel «el Inhumano»
Luis Tosar da vida a Ángel, apodado «el Inhumano», un miembro destacado de ETA. Tosar, reconocido actor gallego, aporta su experiencia y profundidad al personaje, representando la complejidad de un individuo inmerso en actividades terroristas. Su actuación en La infiltrada le valió una nominación al Goya como mejor actor de reparto.
Víctor Clavijo como Teruel
Víctor Clavijo interpreta a Teruel, otro integrante de la organización. Clavijo, actor con una sólida trayectoria en cine y televisión, aporta matices que enriquecen la narrativa del filme.
Nausicaa Bonnín como Andrea
Nausicaa Bonnín encarna a Andrea, un personaje clave en la trama. Bonnín, actriz barcelonesa nacida en 1985, ha participado en numerosas obras de teatro y películas. Su interpretación en La infiltrada le valió una nominación al Goya como mejor actriz de reparto.
Iñigo Gastesi como Kepa Etxebarria
Iñigo Gastesi da vida a Kepa Etxebarria, un dirigente de ETA. Gastesi aporta una interpretación convincente que refleja la complejidad del personaje.
Diego Anido como Sergio Polo Cabases
Diego Anido interpreta a Sergio Polo Cabases, otro miembro relevante de la organización. Anido logra transmitir la intensidad y el conflicto interno del personaje.
Pedro Casablanc como superior de la Policía Nacional
Pedro Casablanc asume el rol del superior de la Policía Nacional, figura clave en la supervisión de la misión de Aranzazu. Casablanc aporta autoridad y profundidad al personaje.
Isidoro Fernández como comisario
Isidoro Fernández interpreta al comisario encargado de coordinar las operaciones policiales relacionadas con la infiltración. Su actuación contribuye a la representación realista del entorno policial.
Pepe Ocio
Pepe Ocio forma parte del elenco en un papel de apoyo, aportando solidez al conjunto de actores. 3
Jorge Rueda
Jorge Rueda también integra el reparto, contribuyendo al desarrollo de la trama con su interpretación.
Carlos Troya
Carlos Troya participa en la película, aportando su talento al elenco.
Asier Hernández
Asier Hernández forma parte del reparto, enriqueciendo la narrativa con su actuación.
Yune Nogueiras
Yune Nogueiras también contribuye al elenco, aportando frescura y dinamismo a la película.
Jorge Monje
Jorge Monje participa en el filme, complementando el reparto con su interpretación.
Javier Barandiaran
Javier Barandiaran forma parte del elenco, aportando su experiencia al conjunto de actores.
Chechu Salgado
Chechu Salgado también integra el reparto, contribuyendo al desarrollo de la historia con su actuación.
Javier Tolosa
Javier Tolosa participa en la película, aportando profundidad al elenco.
Luisa Merelas
Luisa Merelas forma parte del reparto, enriqueciendo la narrativa con su interpretación.
Leire Ruiz
Leire Ruiz también contribuye al elenco, aportando su talento al filme.
Unai Arana
Unai Arana participa en la película, complementando el reparto con su actuación.
Itxaso Quintana
Itxaso Quintana destaca en su papel dentro del elenco de La infiltrada. Su actuación añade matices importantes a la narrativa, reflejando emociones complejas y contribuyendo a la ambientación realista del contexto sociopolítico de la época. Con una sólida trayectoria en el cine vasco, su presencia aporta autenticidad a una historia profundamente enraizada en la historia reciente de España.
Ander Barinaga-Rementeria
Ander Barinaga-Rementeria ofrece una interpretación convincente que complementa el equilibrio actoral de la película. Su personaje, aunque secundario, juega un rol esencial en el desarrollo de la tensión narrativa. Barinaga-Rementeria, con experiencia tanto en cine como en televisión, dota a su personaje de una energía contenida pero intensa que se integra con fluidez en el conflicto central del filme.
Valor del reparto coral en el desarrollo de la trama
Uno de los mayores aciertos de La infiltrada radica en su reparto coral. Cada actor y actriz, desde los papeles principales hasta los secundarios, aporta una capa significativa a la historia, lo que permite una construcción de mundo más rica y verosímil. El cuidado en el casting es evidente, pues todos los intérpretes no solo encajan físicamente en sus personajes, sino que transmiten con precisión los matices psicológicos necesarios para entender tanto la lucha interna de los personajes como las dinámicas del entorno.
Este enfoque colectivo del reparto permite que el relato no dependa exclusivamente de la protagonista, sino que se alimente de múltiples puntos de vista y voces. Esto refuerza el realismo y permite una aproximación más humana y profunda al conflicto retratado.
La dirección actoral de Arantxa Echevarría
La labor de Arantxa Echevarría como directora se refleja claramente en el rendimiento actoral del elenco. Su capacidad para guiar a los actores hacia interpretaciones contenidas pero emocionalmente intensas hace que cada personaje resuene con autenticidad. Se percibe una dirección actoral precisa, enfocada en la sutileza y el subtexto, elementos esenciales para una historia que se mueve en el terreno del espionaje, la tensión psicológica y la doble identidad.
Echevarría logra un balance entre lo individual y lo colectivo: mientras potencia las historias personales, nunca pierde de vista el engranaje mayor de la narración, en el que todos los personajes, incluso los más periféricos, cumplen una función narrativa clara.
El impacto del elenco en la recepción crítica
La crítica especializada ha subrayado repetidamente la calidad del reparto como uno de los aspectos más destacados de La infiltrada. La interpretación de Carolina Yuste fue aclamada por su complejidad emocional y su transformación física y gestual. Luis Tosar, por su parte, recibió elogios por aportar humanidad a un personaje que, en manos menos hábiles, podría haberse quedado en el cliché.
Además, se valoró la presencia de rostros menos conocidos, como Iñigo Gastesi o Nausicaa Bonnín, quienes aportaron frescura y credibilidad a la historia. Esta combinación de actores consagrados con nuevos talentos genera un equilibrio que permite que el espectador se mantenga inmerso en la narrativa sin distracciones externas.
Relevancia del casting en el contexto histórico
El elenco no sólo fue seleccionado por sus habilidades interpretativas, sino también por su adecuación al contexto histórico y geográfico de la historia. Ambientada en el País Vasco durante una de sus etapas más convulsas, La infiltrada requiere una fidelidad cultural y lingüística que se ve reflejada en la elección de muchos actores locales o familiarizados con la región y su historia.
Esta autenticidad en los acentos, los gestos, el vestuario y la atmósfera refuerza el carácter inmersivo del relato, algo fundamental en una película que trata temas tan delicados como el terrorismo, la identidad nacional y la ética del servicio policial.
Una apuesta por la diversidad de registros
El reparto de La infiltrada también destaca por la diversidad de registros interpretativos. Desde el drama íntimo hasta la tensión del thriller, los actores se mueven entre distintos géneros sin perder cohesión. Este juego de tonos aporta dinamismo a la narrativa y permite que el espectador experimente una amplia gama de emociones: miedo, empatía, ira, tristeza y esperanza.
Gracias a la calidad interpretativa del elenco, el guión cobra vida con intensidad, y cada escena se convierte en una pieza que contribuye al retrato multifacético de una época compleja. Esta riqueza de enfoques se traduce en una película que no solo informa o entretiene, sino que también interpela al espectador desde lo humano y lo moral.