Satoshi Nakamoto, una entidad misteriosa, lanzó Bitcoin en 2009 como una alternativa a las monedas fiduciarias. Bitcoin es la primera criptomoneda con éxito. Ha crecido hasta convertirse en la criptomoneda más usada para hacer trading y más popular a nivel mundial. Las corporaciones públicas y privadas dudaron inicialmente de los beneficios de esta moneda virtual. Sin embargo, lo han adoptado y han invertido significativamente en él. Además, las personas de los países en desarrollo pueden intercambiar bitcoins desde plataformas como la plataforma Immediate Edge
Al ser una moneda electrónica, algunos asumen que este dinero digital solo beneficiará a los miembros de alto rango de la sociedad. He aquí algunas razones para creer que esta moneda digital puede acabar con la pobreza en los países en desarrollo.
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Mejor Inclusión Financiera
Muchas personas en los países en desarrollo carecen de acceso a una educación de calidad. Además, muchas personas de países en desarrollo tienen los niveles de vida más bajos y la tasa de desempleo es alta. Como resultado, los pobres de los países en desarrollo no tienen las mismas oportunidades que los ricos para acceder a los servicios financieros. Estas personas pobres de los países en desarrollo están aisladas de muchos de los servicios que se ofrecen a las personas educadas y ricas.
Por otro lado, esta moneda virtual no requiere que una persona tenga habilidades técnicas para usarla. No obstante, solo necesita tener un teléfono inteligente y acceso confiable a internet. La mayoría de las personas en los países en desarrollo tienen la educación más básica. Por lo tanto, pueden operar de manera eficiente un teléfono inteligente y seguir las instrucciones sobre cómo poder hacer trading con esta moneda virtual. Eventualmente, pueden usar intercambios de criptomonedas para comprar y vender monedas electrónicas para ganarse la vida.
Tarifas mínimas de transacción
Las monedas fiduciarias son centralizadas de tal manera que los bancos controlan sus operaciones. Como resultado, para que una transacción sea exitosa, pasa por muchos intermediarios que cobran una tarifa de transacción. Al final, los bancos cobrarán a los clientes tarifas de transacción sustanciales.
Por otro lado, Bitcoin no tiene intermediarios y utiliza la tecnología blockchain, lo que reduce las tarifas de transacción para sus usuarios. Como resultado, con blockchain, los usuarios de monedas virtuales no requieren intermediarios para controlar y monitorear sus transacciones. Las transacciones con monedas fiduciarias involucran intermediarios, lo que se traduce en mucho tiempo de transacción y tarifas de transacción. Además, las transacciones con esta moneda virtual son más rápidas y las personas sin cuentas bancarias pueden usar esta moneda electrónica fácilmente siempre que tengan billeteras digitales.
Al final, las tarifas de transacción mínimas ayudarán a los pobres de los países en desarrollo a ahorrar dinero, invertir en otros lugares e incluso poseer propiedades sin costos financieros.
Flujo de capital ilimitado
Los países en desarrollo implementan leyes y reglamentos que restringen el movimiento de capital dentro y fuera de sus fronteras geográficas. Como resultado, la mayoría de las personas de estos países en desarrollo experimentan el flujo de capital sin restricciones.
En contraste, dado que esta moneda virtual está completamente descentralizada, tales restricciones al flujo de capital no la afectan. Por lo tanto, los gobiernos de los países en desarrollo no pueden restringir el acceso de sus ciudadanos al capital cuando se usa esta moneda virtual. El gobierno o el banco central no pueden influir en el suministro de este dinero digital, ya que su disponibilidad depende de un protocolo subyacente. Al final, los gobiernos no pueden controlar el suministro de Bitcoin para su beneficio.
Al final, las personas pobres de los países en desarrollo pueden aprovechar las bajas tarifas de transacción de Bitcoin y adquirir fácilmente bienes y servicios al otro lado de la frontera. En otras palabras, esta moneda virtual es vital para acabar con la pobreza en los países en desarrollo. Las personas pueden realizar transacciones a nivel mundial fácilmente utilizando esta moneda virtual.
Conclusión
En general, esta moneda electrónica puede beneficiar a los pobres de los países en desarrollo de muchas maneras. Esta moneda digital es un instrumento revolucionario aún en sus primeras etapas.
