Montar un ordenador siempre requiere guardar especial cuidado con sus componentes. Todo va atado por un filo hino perfectamente medido, y más cuando buscas un ordenador para jugar. ¿Quieres comprar un PC gaming y no sabes cómo elegir? Has llegado al lugar adecuado, porque te lo vamos a explicar punto por punto.
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Las claves para comprar un buen PC para gaming
Comprar un PC gaming perfecto requiere, en primera instancia, dejar claro el tipo de experiencia de juego que buscas. ¿Te vas a lanzar a los Esports y necesitas fluidez absoluta o te conformas con que los juegos se muevan bien?
En función de esa respuesta necesitarás un equipo para principiantes, para intermedios o para avanzados. Aquí te vamos a dar las claves para elegir unos u otros en función de sus componentes, de esas piezas que puedes encontrar en tiendas fiables de internet. De hecho, un breve inciso aquí. La sección pc gaming en Infocomputer puede ofrecerte todo lo que te vamos a explicar con calidad, fiabilidad y buenos precios.
Para usuarios principiantes
Si estás dando tus primeros pasos en el mundo del gaming, no necesitas gastar una barbaridad de dinero. Puedes montar muy buenos equipos para empezar con menos de 1.000 euros. En ocasiones, con una media entre los 600 y los 800 euros. No hace falta más para poder saborear los nuevos lanzamientos del momento sin resoluciones altísimas ni tasas de fotogramas disparadas.
Empecemos por el procesador, campo en el que la gama i5 de Intel puede darte muy buenos resultados. Modelos como el 10400 de la compañía pueden venirte bien para empezar, o incluso los Ryzen 3 de AMD. Son discretos, dan buenas velocidades y funcionan muy bien incluso si quieres dedicar tu ordenador a otros menesteres aparte de para jugar.
El almacenamiento y la memoria RAM no tienen por qué ser los más contundentes. Teniendo un buen disco duro SSD es más que suficiente, aunque siempre será más recomendable tener una combinación de SSD de menor tamaño para el sistema operativo y un HDD magnético de mayor capacidad para almacenar todo lo demás. En cuanto a la RAM, entre 8 y 16 GB son más que suficientes.
¿Y la tarjeta gráfica? Es fundamental para mover juegos. Dentro de este terreno, la gama 10 de NVIDIA sigue dando muy buenos resultados viendo los precios que maneja. La familia Radeon RX en su parte más baja también va muy bien, con la RX550 como mejor ejemplo.
Para usuarios intermedios
A medio camino entre el que no exige y el que busca solo la calidad premium. Un buen PC gaming de nivel intermedio debe mover juegos modernos a resoluciones de 1080p y a 60 fotogramas por segundo. Y para eso, la media de gasto ya se mueve en torno a los 1.000 y los 1.500 euros. Para empezar, por un corazón en forma de CPU Intel i7 de reciente generación, o por los Ryzen 5 de AMD.
Combinación SSD y HDD indispensable, aunque se puede tener una dupla de SSD para garantizar mejores resultados en las cargas. La RAM ya tiene que subir en cantidad hasta los 16 GB de tipo DDR4. Con eso, más que suficiente para obtener unos buenos resultados incluso en lanzamientos recientes.
¿Y la GPU? Aquí entran en juego la gama 20 de NVIDIA, con muy buenos números para la gráfica 2060; junto con todos los modelos RX intermedios, entre las gamas 4000 y 5000. Cualquier opción de ahí es perfectamente válida.
Para usuarios avanzados
Si estás dentro de este perfil y buscas un PC gaming de calidad, seguramente ya conocerás mucho sobre componentes, rendimiento y prestaciones. Aun así, te adelantamos que los precios en este campo superan los 1.500 y los 2.000 euros sin darte cuenta. Sabemos que no te importa, porque quieres jugar con la máxima calidad posible o porque quieres competir y necesitas una fluidez absoluta.
Aquí ya hablamos de monitores de más de 120 Hz, con tasas de refresco más elevadas para garantizar suavidad en la imagen. También de procesadores como los últimos Intel i9 o los AMD Ryzen más punteros. Propuestas como el 10850k de Intel o el Ryzen 9 5900x ofrecen por aquí unas velocidades que superan los 3,5 GHz fácilmente, que son totalmente compatibles con el overclocking y manejan unos niveles de caché altísimos.
Obviamente, los discos duros SSD NVMe son totalmente necesarios para reducir los tiempos de carga. En lugar de buscar una combinación de SSD y HDD tradicional, hay que apostar por llevarlo todo a la tecnología más avanzada. Hay muy buenas opciones en este campo tanto en velocidad como en capacidad, aunque sus precios son mucho más elevados que otras propuestas que pudieras encontrar en el mercado.
Por último, pero no por ello menos importante, tu configuración debe contar con al menos 32 GB de RAM y con una tarjeta gráfica puntera. La gama 30 de NVIDIA es indispensable, teniendo en los modelos 3080 al exponente perfecto. ¿Prefieres explorar las alternativas de Radeon? La familia RX tiene muy fresco el modelo 6800 XT, una auténtica bestia para disfrutar de videojuegos exigentes.